1875 – ***** : Rafael García Sánchez
***** – 1882 : Manuel Domingo Larios y Larios.
1882 – 1895 : Ramón Ibáñez Ibáñez.
1895 – 1914 : José Jiménez Astorga.
1914 – 1920 : José Aurelio Larios y Larios.
1920 – 1925 : José Sánchez Ripoll.
1925 – 1931 : José Peláez Zarza.
1931 – 1938 : Plácido Gómez de Cádiz y Gómez.
1938 – 1941 : Tomás Bolín Gómez de Cádiz.
1941 – 1958 : Francisco García Almendro.
1958 – 1974 : Francisco García Grana.
1974 – 1980 : Rafael Betés Ladrón de Guevara.
1980 – 1986 : Cristóbal Alarcón Briales.
1986 – 2008 : José Atencia García.
2008 – 2018 : Francisco Toledo Gómez.
2018 – Actualidad : Miguel Orellana Ramos.
Toda la información de la historia de la Hermandad hasta el año 2004, ha sido recabada del libro ‘Speculum sine macula. Santa María de la Victoria. Espejo histórico de la ciudad de Málaga’, capítulo sobre la Hermandad, por Andrés Camino Romero.
Más información sobre este libro en la sección Patrimonio Devocional y Literatura.
- Inicios hasta 1899
- Primeras décadas Siglo XX
- Sucesos del '31 y Guerra Civil
- Segunda mitad Siglo XX
- Siglo XXI - Actualidad
Inicios
En 1855, se crea una Asociación de Señoras bajo la advocación de la Virgen de la Victoria, cuya misión era dar culto a Santa María de la Victoria, contribuir a decorar la iglesia, camarín y trono, y cuidar de las ropas y alhajas de la Virgen.
Posteriormente, en los primeros meses de 1875 se reunió un grupo de personas respetables de la sociedad malagueña de la época y muy devotas de Santa María de la Victoria para dar el paso de instaurar una Hermandad. Se acordó, en los salones parroquiales de la iglesia de la Victoria, se elige hermano mayor al periodista Rafael García Sánchez y confecciona un Reglamento (estatuto) para regular el gobierno de la novel Corporación. Una vez redactado, se presentó a la aprobación del entonces obispo de la Diócesis, don Esteban José Pérez y Martínez, el 20 de abril de 1875, quien dio la conformidad al mismo en decreto de 4 de mayo.
La Hermandad de la Victoria, en colaboración con la Asociación de Señoras de la Santísima Virgen, organizó su primera novena en honor a la Patrona entre el 7 y 15 de septiembre de 1875, celebrándose un Jubileo en sufragio por las almas de los miembros de ambas corporaciones.
1876 a 1899
La irrupción de la Hermandad en el asociacionismo cofrade pronto se haría notar. Se recuperó una antigua costumbre perdida con el paso del tiempo, consistente que cuando fuese bajada la imagen del camarín para ser colocada en las andas procesionales, se anunciara mediante repiques de campanas de la Santa Iglesia Catedral. Para la consecución de tal medida, el hermano mayor se dirigió en 1878 al Cabildo Catedralicio solicitando el restablecimiento de dicha costumbre, solicitud que fue aceptada con beneplácito.
El canto de la salve a la Patrona se lleva a cabo la noche anterior al inicio de la novena de 1877, quedando establecida dicha ceremonia por los hermanos. Asimismo, se consiguió que, al salir la procesión a la calle, se repicaran tres veces las campanas de la Catedral: a la salida de la iglesia, a la llegada a la Plaza de la Merced (el punto más alejado que recorría en esta época) y al regresar al templo.
Las limitaciones de los Estatutos aprobados en 1875, obligaría a la Junta Directiva a someterlos a una reforma en 1882. Se presentaron esta vez al obispo Don Manuel Gómez Salazar Lucio-Villegas en 1882. Don Ramón Ibáñez Ibáñez fue elegido Hermano Mayor de la Hermandad en dicho año. Se desconoce si relevó a Don Rafael García Sánchez o a Don Manuel Domingo Larios y Larios, al que algunas fuentes apuntan como hermano mayor efectivo, pero sin precisar el período.
La declaración de brotes epidémicos, como los de cólera de 1884 y 1885, obligaría a la Hermandad a sacar en procesión de rogativa a la imagen de Nuestra Señora de la Victoria, siendo trasladada ambos años a la Santa Iglesia Catedral.
Se desconoce la fecha en la que la Hermandad obtuvo el título de Real, pero se sabe por fuentes periodísticas que, en 1885, ya lo ostentaba.
La imagen de la Virgen de la Victoria siempre estuvo presente en los acontecimientos de la ciudad, como en la celebración del IV Centenario de la Reconquista de Málaga por los Reyes Católicos en 1887.
En 1886, se constituyó una Comisión que, junto con la Directiva, organizaría las fiestas conmemorativas del IV Centenario de la entrada en Málaga de Nuestra Señora de la Victoria. Para esta efeméride, se encargó un manto y un vestido para la imagen. En agosto de ese mismo año, se efectuaría la bajada de la imagen de la Patrona desde el Santuario a la Catedral, donde se celebraría una solmene función de Acción de Gracias. Los actos finalizarían con una procesión de vuelta de la Virgen a su Santuario. Esta celebración se volvería a repetir desde entonces anualmente.
El aniversario de la Reconquista de Málaga de 1893 se festejó con notable esplendor. El Cabildo Catedralicio se encargó de preparar la recepción de la Virgen en el templo y los cultos que se efectuarían en su honor el 19 de agosto.
Debido a una enfermedad del entonces Hermano Mayor, durante varios meses de 1895 desempeñaría su cargo Don José Ruiz Borrego, convocada la celebración de un Cabildo de Elecciones salió elegido hermano mayor, Don José Jiménez Astorga.
Debido al principal problema pecuniario que padecía la Hermandad, llevó a cabo una iniciativa en la que cada hermano o devoto efectuara nuevas inscripciones en la Institución, para aumentar los ingresos de cara al esplendor del culto y a las mejoras en el templo de la Patrona.
En 1896 a causa de la falta de lluvia, los Cabildos eclesiástico y secular se trasladan en procesión a la iglesia de la Victoria con la finalidad de iniciar unas rogativas. Al año siguiente, por igual motivo, se volvió a solicitar la salida extraordinaria de la Virgen.
Primeras décadas del siglo XX
La gran sequía que vivió Málaga en los primeros meses de 1907, originó que el Obispo anunciara el Domingo de Resurrección su propósito de celebrar al siguiente día una misa en el altar de la Patrona para “pedirle la gracia de la lluvia”. Tras esto, se trasladó la imagen en procesión de rogativas a la Catedral. En 1911, la Real Hermandad decidió recabar fondos para atender unas obras en el camarín de la Patrona, comprar ornamento de culto e instalar un pararrayos para proteger el edificio de las tormentas. En esta época, los caballeros de la Hermandad portaban a la Patrona en un trono de madera.
Don José Aurelio Larios y Larios, sería elegido hermano mayor en 1914. La Directiva era consciente de los graves problemas de liquidez de la tesorería, pidiendo un óbolo a los hermanos y afiliados para sufragar los gastos de los cultos de la novena. Este estado económico afectaba también a las cofradías penitenciales. Dicha circunstancia sería la que determinase que, en 1921, se creara la Agrupación de Cofradías de Semana Santa, de la que esta Hermandad fue una de los miembros constituyentes.
Durante el segundo mandato del señor Larios, la mala situación pecuniaria obligó a buscar fórmulas para solventar este problema, como por ejemplo fijar una cuota mensual a cada Hermano de una peseta. Sin embargo, esta perspectiva no hará más que agravarse sin que se encontrase una solución, fue necesario que la Hermandad realizara acciones reintegrables para poder sufragar los gastos de la novena de 1918. El resultado final fue que el desfile procesional no se llegó a celebrar por falta de medios económicos.
El año 1920 sería decisivo para el futuro de la Hermandad. El párroco de la iglesia de la Merced hizo un llamamiento a los hermanos mayores de las hermandades y cofradías pasionistas para organizar y preparar la procesión de la Patrona. Esta se realizaría el 23 de septiembre permaneciendo en la Catedral durante tres días para realizar una función religiosa en su honor.
La renovación y el esplendor de los años veinte
El impulso apoyado por las cofradías y hermandades de Semana Santa, sirvió para relanzar la decaída Hermandad de la Victoria. En 1920 se sentaron las bases de la nueva entidad, siendo elegido Don José Sánchez Ripoll como nuevo hermano mayor.
En 1921, la Hermandad invitó a la Corporación Municipal a participar en una procesión de rogativas a la Catedral por las circunstancias que les rodeaban, posiblemente por la guerra del Ejército español librada en el Norte de África. Antes de que acabara el año, la Reina Victoria Eugenia visitó los hospitales de sangre de la región andaluza. En su estancia en Málaga, visitó a la Patrona de la ciudad. En 1923, el trono fue llevado a hombros por los bomberos, que se ofrecieron desinteresadamente como ofrenda a la Virgen.
En 1925, Don José Peláez Zarza sería el nuevo hermano mayor, quien realizaría una meritoria labor de afianzamiento de la salida de la Virgen a la calle. La Hermandad decidió cambiar el trono en el que la imagen de Santa María de la Victoria salía en procesión que sería estrenado en la procesión de septiembre de 1927. En este tiempo también se recibió como regalo el manto de ceremonia de la malagueña Anita Delgado, casada con el Maharajá de Kapurthala. En 1929 la Hermandad aceptó el manto ofrecido, aunque nunca llegó a lucirlo la imagen.
Los sucesos de 1931 y la Guerra Civil
En 1931, tras el fallecimiento de Don José Peláez Zarza, se haría cargo de la Hermandad el vicepresidente Don Plácido Gómez de Cádiz quien posteriormente sería elegido hermano mayor. En su mandato, le tocó vivir los trágicos sucesos de mayo de 1931 y la Guerra Civil.
La iglesia de la Victoria entre otras, salió indemne ya que estaba unida a un centro hospitalario y la rápida intervención del director del Hospital Militar convenció a la muchedumbre para que desistiera del empeño de acceder al templo victoriano. No obstante, el trono de procesión de la Patrona desapareció en los trágicos sucesos. Debido a la trágica situación, se decidió que la imagen de Santa María de la Victoria fuese retirada del culto hasta que no se restableciera el orden. Existen dos versiones del lugar donde se depositó la imagen. Una apunta a que estuvo en el domicilio del hermano mayor y otra que indica que Tomás Bolín Gómez de Cádiz recogió en un vehículo a la sagrada efigie conservándola en su vivienda situada en el Limonar Alto. La imagen permanecería retirada durante los meses de mayo a julio siendo conducida, tras el apaciguamiento callejero, a la Santa Iglesia Catedral, donde recibiría culto y donde se garantizaba una mayor seguridad prometida por las autoridades políticas.
En efecto, la hermandad de la Victoria celebraría aquí las novenas de 1932 a 1938, exceptuando la de 1936 por la Guerra Civil. En este período se aprecia que la Virgen ya no aparecía revestida con telas. Debido a la grave situación política que se vivía en España, la Real Hermandad organizó un septenario de rogativas en la Catedral del 27 de enero al 2 de febrero de 1936. En noviembre de este mismo año, el obispo Don Balbino Santos Olivera anunciaba que la Santísima Virgen de la Victoria habría perecido. Por fortuna, esta apreciación fue errónea. A las pocas semanas de la toma de Málaga por el Bando Nacional en 1937, se reunió el Cabildo de la Catedral para anunciar que se había encontrado intacta la imagen de la Virgen de la Victoria en la sacristía Mayor, sin embargo, la talla del Niño Jesús si tenía algún desperfecto.
La posguerra
Santa María de la Victoria fue repuesta al culto en marzo de 1937, fecha en la que el Obispo volvió a su sede malacitana después de ocho meses de ausencia. Esta ocuparía la capilla mayor, pero lo haría sin corona, ya que fue robada. Al año siguiente fallecería el entonces hermano mayor y su sobrino Don Tomás Bolín Gómez de Cádiz ocuparía su lugar. Después de casi 8 años de estancia en la Catedral, la Junta de Gobierno solicitaría al Obispo el permiso para que la imagen volviera en solemne procesión a su sede canónica.
La Novena de 1939 se celebró en el Santuario de la Virgen de la Victoria. Sin embargo, para las siguientes, se recomendó desde el Palacio Episcopal, que tuviera lugar en la Catedral por contarse con más espacio para albergar fieles y devotos de la Patrona. En 1940 se celebraría del 6 al 14 de septiembre, entre 1942 y 1955, del 7 al 15 de septiembre y a partir de 1956 (exceptuando 1958) se celebraría del 30 de agosto al 7 de septiembre.
Don Francisco García Almendro asumió la dirección de la Hermandad a finales de 1941. Bajo su mandato, se produjo un acontecimiento extraordinario en la historia de la corporación, la coronación canónica de la Santísima Virgen en 1943.
La fecha elegida para coronarla sería la del 8 de febrero de 1943, cuando se cumplían seis años de la entrada a la ciudad de las tropas del Bando Nacional. La imagen de la Victoria se trasladó a la Catedral el 8 de agosto de 1942, permaneciendo durante seis meses en la capilla del Sagrado Corazón. Antes de la ceremonia de coronación se celebró un solemne novenario en la Catedral. En la mañana del 8 de febrero, se condujo al final del Parque, lugar escogido para el rito de coronación, siendo colocada en un altar. El Nuncio apostólico en España, Monseñor Cicognani, coronó a la imagen de la Virgen.
Al año siguiente, la Virgen de la Victoria fue conducida en procesión de rogativas por la paz entre las naciones y las necesidades de España. Desde la coronación canónica, cada año y por esa misma fecha tenía lugar en la Catedral un triduo de Acción de Gracias por la liberación de Málaga y por la paz mundial en honor de Santa María de la Victoria.
Las décadas de los años 50, 60 y 70
La principal novedad durante este período, constituyó la ayuda solicitada por la Hermandad de la Victoria a la Agrupación de Cofradías, para encargarle la procesión de la Patrona. Este gesto tiene explicación en que el presidente de la Agrupación, Don Enrique Navarro Torres, ocupaba el cargo de primer teniente hermano mayor en la corporación victoriana. A partir de 1955, la Agrupación de Cofradías se encargaría anualmente de la procesión. Sin embargo, el trono, completamente de flores, será portado hasta 1957 por caballeros de la Hermandad. En los años 1957 y 1958, los hermanos de la Cofradía del Rescate se reunirían en la esquina de la calle Agua, junto a la capilla de sus Titulares, para que al paso de la Patrona le cantaran una salve.
Don Francisco García Grana, relevaría a su padre como hermano mayor en 1958, tras el nombramiento del que había sido objeto por parte del Obispo. Bajo su presidencia se compró a la Hermandad de Nuestra Señora de Gracia de Archidona un trono con templete y peana de madera en el que la Patrona de Málaga se había de procesionar hasta 1986. A este trono se le colocarían ruedas y sería empujado por hermanos de la Victoria y miembros de cofradías pasionistas en diferentes turnos. Esta práctica se mantendría hasta que, en 1973, el trono fuese portado por jóvenes estudiantes malagueños que lo habían pedido a la Real Hermandad.
La visita institucional que la Agrupación de Cofradías efectúa cada mes de mayo al Santuario de la Victoria para rendirle público homenaje, empieza en 1962. Esta iniciativa, auspiciada por la propia Hermandad de que las congregaciones, asociaciones e instituciones visiten a la Patrona, se sigue manteniendo hoy en día. Sin embargo, la organización de la procesión de la Virgen con el tiempo pasará a ser ámbito exclusivo de la Hermandad, aunque la participación en el cortejo del día 8 de septiembre será una tradición para las cofradías agrupadas, que acuden con sus guiones o estandartes. Años más tarde, en 1981, la Asociación Pro-tradiciones malagueñas ‘La Coracha’ se encargaría de celebrar una ofrenda floral a la Patrona que, desde entonces, se viene desarrollando al concluir la solemne misa estacional presidido por el Obispo de la Diócesis.
Don Rafael Betés Ladrón de Guevara asumirá el cargo de hermano mayor desde 1974 hasta 1980, aunque durante estos años no fue muy participativa la vida de la hermandad.
Años 80, 90 y primeros del Siglo XXI
Don Cristóbal Alarcón Briales dirigiría la Hermandad a partir de 1980. En los inicios de los años ochenta, la vinculación de las hermandades y cofradías penitenciales con Nuestra Señora de la Victoria se pondrá de manifiesto con la representación iconográfica de la Patrona en los tronos y en los enseres procesionales de cada una de ellas. Otra muestra se hizo patente con la iniciativa del antiguo director del Museo Diocesano de Arte Sacro, Agustín Clavijo García, de colocar una réplica en el patio de las Cadenas. La petición se realizó al Cabildo Catedral en 1985, no siendo aprobada. Al año siguiente, la Comisión del Patrimonio del Obispado estimó oportuna situar la estatua en el jardín junto a la iglesia del Sagrario. Esta sería ejecutada en piedra blanca por el escultor Suso de Marcos.
Don José Atencia García fue elegido hermano mayor en el año 1986. En su primer año de mandato, la ciudad conmemoró el V Centenario de la llegada de la imagen de Nuestra Señora de la Victoria y por ello la Virgen fue trasladada a la Santa Iglesia Catedral el 15 de agosto de 1987, celebrándose tres días después la misa conmemorativa. Durante su mandato, se realizó un nuevo trono de alpaca plateada para la imagen de la Virgen, obra de José Brihuega.
Los Reyes de España efectuaron una visita oficial a Málaga el 18 de enero de 1989, desplazándose, entre otros lugares, al Santuario donde pudieron venerar a la Sagrada Titular. La Hermandad de la Victoria entregó a D. Juan Carlos y a Dña. Sofía la medalla de oro de la corporación. En 1990, extraordinariamente, se expuso en besamanos a la imagen de la Virgen, que se celebró en la capilla del Pilar de la Catedral el 30 de agosto, un día antes del comienzo de la novena, y dejó de celebrarse tras unos pocos años.
Con motivo del 50 Aniversario de la coronación canónica de la Virgen de la Victoria, se acordó la celebración con diversos actos y cultos. La imagen de la Virgen fue trasladada a la Catedral el 31 de enero. Allí se le tributaría un solemne triduo y un solemne pontifical que culminaría con una solemne procesión de regreso de la Virgen al Santuario.
En 1995, la hechura de la Patrona abandonaría por primera vez en su historia la capital malagueña, para ser trasladada a Sevilla donde sería sometida a un exhaustivo proceso de restauración por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (I.A.P.H).
Las mejoras procesionales llevadas a cabo en 1998 consistieron en el plateado del cajillo del trono y en el estreno de los varales del trono, de una cruz y dos ciriales que abrieran la cabeza de procesión.
En el año 2000, se reunió la Comisión de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Málaga para aprobar la concesión de la medalla de la ciudad a la Patrona. Al término de la función religiosa celebrada el 8 de septiembre de 2001, el alcalde, Don Francisco de la Torre Prados, ofreció a la Patrona la medalla de la ciudad.
La Hermandad estrenaría en 2004 el trono de traslado de la Virgen, efectuado por el orfebre Cristóbal Martos, sustituyendo al tradicional de flores que se empleaba. El mismo artista también se encargó de platear el templete del trono de procesión y la peana sobre la que va la venerada Titular.
En el año 2007, la Real Hermandad colaboró con el Obispado de Málaga en la preparación de la solicitud y dossier necesario para la obtención de la concesión del Título de Basílica para el Real Santuario de Santa María de la Victoria. El Papa Benedicto XVI lo otorgaría en marzo de 2007 y la ceremonia de proclamación se efectuaría el 20 de mayo de ese mismo año.
En 2008 tomaría el relevo de hermano mayor, Don Francisco Toledo Gómez.
Última década
Un nuevo guión sería realizado en 2010 por obra de Sebastián Marchante para sustituir al anterior, realizado en 1993 por Juan Rosén.
En el año 2013, se obtuvo la cesión del derecho de superficie por el Instituto Municipal de la Vivienda del Ayuntamiento de Málaga sobre un local sito en Plaza de la Victoria 6, donde se instalaron las dependencias de la Hermandad mediante la realización de las obras de adecuación y las instalaciones necesarias para ello.
En el año 2014, se haría el estudio 3D digital de la talla de la Virgen y el Niño.
En 2017 se realiza la restauración del dosel utilizado en la Novena en la Catedral, por Sebastián Marchante gracias a la aportación de José Cobos.
El 12 de diciembre de 2017 y el 8 de febrero de 2018, se conmemoraron el 150 Aniversario del Patronazgo sobre la diócesis de la Virgen y el 75 de su Coronación canónica, con tal motivo se celebraron cultos extraordinarios aprobados por el Sr Obispo. Los primeros actos cultuales, un Triduo y dos Solemnes Misas Estacionales, se celebraron en la Basílica Real Santuario. Durante el mes de mayo, se traslada la Virgen a la Santa Iglesia Catedral Basílica donde presidiría la Virgen instalada en el trono baldaquino del Altar Mayor todos los cultos celebrados en el mes.
El 26 de mayo de 2018 se celebra una jornada mariana con el lema ‘Santa María, Madre de la Iglesia de Málaga’. Los dos días previos se pone a la Virgen en Besamanos Extraordinario en la capilla de la Encarnación de la S.I. Catedral y a petición de la Hermandad, la víspera del 26 se suman al besamanos prácticamente todas las Imágenes representativas de Santa María de la ciudad y algunas otras imágenes de otras localidades de la Diócesis.
En la jornada mariana del día 26 de mayo, se celebró un acto mariano diocesano y una magna procesión de Santa María de la Victoria acompañada por las cofradías con los tronos de las imágenes de la Virgen coronada en sus diversas advocaciones de la ciudad Tras la procesión presidiría Santa María de la Victoria un altar en la Puerta de la Encarnación en la Plaza del Obispo, y discurrirían por delante los cortejos de todas las demás participantes.
A finales de 2018, Don Miguel Orellana Ramos fue elegido como hermano mayor, quien desempeña su cargo actualmente.
En febrero de 2019 se celebró, coincidiendo con el aniversario de la coronación, la reposición del Trono Templete del Camarín de Santa María de la Victoria, tras la restauración llevada a cabo por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico durante el año 2018, que pudo ser afrontada por la Hermandad gracias a la colaboración del Excmo. Ayuntamiento de Málaga.
Desde 2019 se desarrolla en la Casa Hermandad un taller de bordados, bajo la dirección de Sebastián Marchante.
En 2020, con motivo de las restricciones de movilidad derivadas de la pandemia por la Covid-19, las peregrinaciones del mes de mayo se realizaron de manera virtual, con gran trabajo, esfuerzo y alcance en toda la diócesis. Por su parte la Novena, celebrada en la SI Catedral, con aforo limitado, fue predicada fundamentalmente por miembros del Cabildo Catedral. La diócesis y la ciudad de Málaga se encomiendan y elevan oraciones a Santa María de la Victoria ante las dificultades derivadas de la pandemia. Extraordinariamente, se situó en el templete del altar mayor.
En este mismo año, recogiendo las inquietudes de muchos devotos, y completando un anhelo existente desde la Coronación Canónica, se aprobó la hechura de una medialuna para Santa María de la Victoria, según diseño de Catedrático de Historia del Arte en la Universidad de Málaga Juan Antonio Sánchez López, en los Talleres de Orfebrería Montenegro, siendo sufragada íntegramente con donativos. También se prepara la presentación ante la Junta de Andalucía de solicitud de subvención en la convocatoria de ayudas a la restauración de patrimonio histórico religioso en Andalucía, para el proyecto de restauración de la peana redonda, imperiales y corona que se usaban en el altar de cultos hasta mediados de los años ochenta del S. XX, a realizar en 2021 por el taller Santa Conserva, de Antequera.